Ser gordo

¿Por qué los pobres son gordos y los ricos son flacos? ¿Por qué la playa grande de Cartagena acoge a tanta señora gorda con hijos y maridos poncherudos? ¿Por qué a la gente educada se le enseña a no comerse todo, a dejar siempre un poco en el plato? ¿Por qué en las casas de la clase alta las porciones son tan escuálidas? ¿Por qué los sánguches no entran en la dieta de la élite?

Créditos para Francisco Diez
Créditos para Francisco Diez

Una explicación será la escasez relativa. A quien no le falta (y casi que le sobra) comida, la despreciará por obvia. Por el contrario, el que por 45 horas semanales de trabajo cobra justo para comer, encuentra todo bueno. No es raro por lo mismo que la gordura sea el testimonio de quien sabe que su vida no ha estado nunca asegurada. Comer como condenado a muerte es una costumbre tan masiva como la precariedad.

Pero esto no es sólo cálculo y presupuesto. Se aprende y se enseña a los hijos, se les gratifica con pan, se les ofrecen hamburguesas con papas fritas, se les rellena -cual Hansel y Gretel- con los dones del desarrollo económico esperando que eso los salve del próximo terremoto, crisis o gripe, cuando todo lo construido se venga abajo. Aunque ellos nunca sepan qué quiere decir crisis.

El sánguche es el producto de esta manera asustada de comer. El apuro, la falta de modales, la fascinación del condenado, han sobrevivido a la genuina pobreza para quedarse en las fuentes de soda, tal como las hambrunas han enseñado a comer polenta, porotos,  interiores o hacer embutidos que luego protagonizan nuestros sánguches.

11 comentarios en “Ser gordo

  1. Mi madre cuenta que mi abuela alimentaba al familión en las mañanas con pan remojado en grasa animal o «pella». Me imagino el aroma de ese menjunje y pienso en las paradojas de la pobreza, que puede ser tan triste pero tan sabrosa.

  2. Estaba pensando que, por ej, yo soy más watón porque soy el mayor y nací cuando mis papás estaban recién saliendo de la u, con vida por delante. Y mi hermana es como un palo de flaca, porque nació cuando ya la cosa funcionaba.

  3. Como siempre, me sacan lágrimas. No es una exageración. Esta frase me conmovió hasta el paroxismo: «El sánguche es el producto de esta manera asustada de comer. «

  4. Sin duda el sanguche es uno de los mejores medios de satisfacer de una manera rápida el hambre, tal vez no tiene tanto que ver con la abundancia o la escasez económica, pues sus ingredientes son eternemente diversos, sin embargo, no es menos cierto que pone de protagonista al tiempo como principal límite para poer disfrutar de otros manjares.
    Con respecto al flaco y al gordo hay un relativismo absoluto a mi manera de ver, acaso no es cierto que uno de los paises con mas gordos es una gran potencia económica, EE.UU. La explicación para mi va por el lado GASTRONÓMICO-CULTURAL, Francia, la cuna de la gastronomía, de los gourmand y los grandes vinos, no presenta altos índices de obesidad, ¿Por que?, acaso no es un país que ha tenido 2 guerras mundiales a su haber, además de muchas enfermedades y masacres humanas, ellos deberían estar preparados o asutados como sociedad, si fuera por eso no podrían parar de comer. El comer mucho no hace al gordo, el qué comer si.

    1. @Juanpa: es que el post no va de la varianza entre países. Estados Unidos es un país con muchos inmigrantes gordos, mientras Francia es (ha sido) capital del mundo, centro de Europa, un reflejo del imperio romano. Te apuesto que el saber comer y el saber vivir de los franceses se ha forjado en las épocas de esplendor y ha resistido las guerras y hambrunas. La gordura de los gringos es reflejo de su abandono y desorientación.

      Más bien, lo que quiero es contar una historia chilena sobre el hecho cultural del comer pan con cosas y lo que eso dice de quienes comen sánguches sin temor a ser gordos. Porque, estarás de acuerdo, se come como se vive.

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