Ya dijimos alguna vez que el mestizaje sanguchero chileno incluye alguna medida de influencia alemana. Podemos confirmarlo. Estuvimos en un boliche de Villarrica (lugar mestizo como el que más) que en 1978 escogió el nombre futurista de «2001» para poner en escena su oferta. Es posible que en estos días el nombre suene curioso o provinciano. Pero a no engañarse: estamos en un lugar perfectamente apropiado para disfrutar de una sanguchería clásica, de alto estándar y notable identidad.
El lugar luce una barra, tres salas (una dedicada a fumadores, aislados por vidrios) y una decoración consistente en colecciones de llaveros puestos en los muros y multitud de posavasos cerveceros. Es cierto, si alguien buscaba «design» o falsa sofisticación, podrá encontrarlo demasiado simple. No obstante, el estilo pulcro y sencillo, el buen servicio (soportado con comandas electrónicas que el mozo maneja con destreza, aquí no se cae el sistema) y las múltiples señales de calidad visibles en la carta, los platos abundantes que salen de la cocina, la buena cafetería y por cierto el detalle de que traigan la bebida en botella en vidrio de 350 cc, nos hacen decir que el 2001 tiene bien merecida su celebridad local.
Dado que sólo fue un aperitivo -la invitación fue a un café antes de almuerzo- no nos aventuramos a la sanguchería mayor y pedimos lo que hay que pedir en estos casos: un completo. Vimos suficiente: estupendo pan, una salchicha escogida por su sabor, harto chucrut que le da el toque ácido y el volumen. Tomate de Angol picado en el tamaño correcto y aderezo de mayonesa y mostaza. Qué ganas de volver a probar un churrasco o un lomito.

(Actualización: volvimos y C. sacó la foto que compartimos acá arriba)
Ya sabe entonces: si pasa por la ciudad, pregúntele a cualquier transeúnte dónde está el 2001 y pase por un crudo, unas papas fritas, un café o una cerveza. La calidad del lugar es la de siempre.
17/02/09
2001 (Villarrica), con M. y P.
Completo y bebida
¡No da! ¡esa foto es muy pornográfica! 😉