Este breve post va de respuesta al bueno de R. que hace más de un año nos dijo:
Creo que sin un gran esfuerzo, todos los amantes del buen sanguche reconocerán en la marraqueta tostada con mantequilla el origen de la pasión por los sanguches. Lo curioso es que aún no conozco un lugar en donde uno pueda comerse una verdadera marraqueta tostada con mantequilla
La carta de Le Fournil lo dice como con pudor, como sin convicción, pero descubrimos que venden un pan calentito con mantequilla que es una delicia. Deberían avisarle a la gente que pide el «Petit» Desayuno que las tartines baguette con mantequilla equivalen a un pan de campo grande y crujiente untado con mantequilla al punto de mojar la miga. No será marraqueta, pero está perfecto.
En varias cafeterías yo he comido pan con mantequilla, pero siempre sirven pan de molde, que si bien salva, no es perfecto.
Existe un lugar donde las he probado (aparte de mi casa), y era en la cafetería de un hospital. Eran perfectas. A veces, se le podía agregar una paila de huevos con jamón, lo que mejoraba la hipoglicemia.
De hecho, mientras escribo, tomo de desayuno marraqueta tostada con mantequilla. 🙂
el pan de molde se rompe; si no está tostado, peor. Incluso si no se rompiera, no tiene ni el sabor ni la textura esponjosa del pan batido-francés-marraqueta. Y si no tienen la temperatura, ¿cómo se va a derretir la mantequilla?
Las pailas huevo/queso/jamon del Dominó (hoy 2×1 en su completo emblemático) van siempre acompañadas de tostadas con mantequilla. De paso, el café Mosqueto, del ilustre pensante don Warnken, se destaca por sus notables tostadas con palta.