El concurso

¿Qué coincidencia nos trae en estos días dos concursos en que el sánguche cumple el rol de gancho mediático? Veamos a qué nos referimos.

El primer concurso es la versión comunal de Man vs Food, a cargo de El Tío Manolo Ñuñoa. No puede ignorarse que todo sanguchero es un glotón y que la gula es un pecado divertido de mirar. Pero nos parece que detrás de esa desopilante cantidad de hamburguesas apiladas, El Tío Manolo esconde demasiado su mejor talento: el As. La versión original del desafío está basada en la cantidad absurda, cierto, pero también agrega sabores difíciles -ají, caldos, quesos, etc- y en sus mejores capítulos nos permite asistir el universo que todo barrio crea en su fuente de soda de referencia. Eso echamos de menos, una competencia de bocadillos apetitosos y propios. Cuando eso pase, nos asomaremos por el local de la Plaza Armenia.

El segundo concurso es cosa algo distinta. No es original tampoco, aunque lo parezca a primera vista. Sus referentes parecen fáciles de descubrir usando google. Agrosuper quiere promover el uso de sus productos a través de la versión-local-vía-Facebook de este tipo de campaña: Don Sánguche. Elogiable es que uno de los premios sea integrar la carta de Ciudad Vieja, aparte de la plata, claro. Pese a estos aciertos, en la campaña se dicen con gran liviandad cosas como «La gente de La Crianza se la está jugando para renovar la repetida carta sanguchera del país» (fuente). ¿Carta sanguchera aburrida? En esto tenemos que discrepar: razones para inventar sánguches sobran. Ejemplos: porque nos gustan más que ninguna otra cosa, porque recibimos influencias nuevas a diario, porque tenemos que promover el consumo de productos de la marca, o porque queremos homenajear a personas más cercanas temporal y afectivamente que el ministro Barros Jarpa. Pero es ya redundante apuntar en este blog cuánto se renueva nuestra oferta sanguchera día a día. Es casi majadero decir que el valor de las innovaciones se prueba en el tiempo (más que en los me gusta de Facebook).

Esto es un antecedente, si se quiere largo, que da contexto a la presentación del Barros Bielsa al mencionado concurso. Vote aquí.

Post Data: habiendo visto ya dos casos de patudos gente que sube fotos de este blog al concurso, aclaro que no pueden presentarlas como propias (exigencia que pone el concurso) y menos con fines comerciales (exigencia de la licencia CC).

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7 comentarios en “El concurso

  1. ¡Saludos! En el comentario de la Revista Rolling Stone Brasil sobre el Lollapalooza Chile (LINK: http://tinyurl.com/3n3jdzj), aparece el siguiente párrafo:
    «Com 5.000 pesos chilenos (cerca de R$ 17) era possível fazer uma refeição – preço um pouco salgado, como na maioria dos festivais ao redor do globo. Havia até uma homenagem gastronômica ao Brasil: o Lomo a Brasileña, um sanduíche de churrasco com queijo e abacate, que por suas cores ganhou esse nome».
    A lo mejor ya perdió periodicidad, pero a propósito del Lomo a Brasileña (no sé si ud. asistió o no al festival): ¿Se enteró de la paupérrima —y cara— oferta gastronómica que hubo?

    Por favor —y cuando tenga tiempo—, espero su sabio análisis. ¡Gracias de antemano!
    Atte.,
    Alvaro

    1. No fui al LLPLZ. Supe, en todo caso, que la comida se les hizo poca. Con el precio de la palta, creo que la usaría como ingrediente único, para justificar la inversión: el queso, a mi entender, es de esos compañeros que opacan un poco. Quizás en el próximo almuerzo en el Dominó lo intentemos y ponemos el prejuicio a prueba.
      Saludo, Alvaro.

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