Por segundo año, y en el mismo Parque Araucano, estuvimos en la Feria del Sánguche la tarde del sábado. Nuestra presentación se puede ver acá: Una ruta sanguchera en Santiago .
La Feria es una oportunidad de conversar sobre nuestros queridos sánguches con público interesado no solo en comer, sino en ampliar referencias, información y aprender algo más en una materia de la que todos sabemos algo. Por esto la Feria tiene una razón de ser: no hay muchos espacios masivos para compendiar, mostrar y celebrar un aspecto tan importante de nuestra cultura como es la comida urbana y popular. Ferias gastronómicas y muestras de diversos aspectos de la cultura hay cada día más (no restringidas a alta cultura o alta gastronomía, lo que sea que eso quiera decir), es cierto, de manera que esto debería profundizarse y durar en el tiempo.
También probamos una innovación, porque pensamos que una feria es la oportunidad para que las sangucherías ofrezcan novedades además de clásicos: La Miga Chilena usa la pastelera de choclo como una salsa y el resultado es sorprendentemente bueno.

Agradecemos los comentarios recibidos el sábado -sugerencias de sánguches, lugares, ciudades, costumbres que se pueden conocer- y la invitación de los organizadores.
Buena selección, dentro de las que conozco.
Lo de «ruta» sanguchera me sonó una ruta (con desplazamiento, como las 14 estaciones del vía crucis) o una progresión: Del MacDonald’s a la fuente Alemana: una redención.
¿qué aprendiste del público? ¿alguna buena picada?
Don Goyo, afuera de Madeco, en calle Ureta Cox. En Viña, nombran el Cevasco una y otra vez. Me hablaron del Chato’s Burger.