La foto de acá al lado es muy profesional, pero ilustra apenas la ilusión que se siente ante una maravilla como la Hamburguesa Elkika. De hecho, no tengo mi propia foto (y recurro a una prestada) porque no fui capaz de detenerme hasta que terminé de comer, ocupado como estaba siguiendo un partido de fútbol en el que se jugaba una parte importante de la salud mental de muchos comensales.
Pero vamos al sánguche seductor que nos llevó a la fuente de soda Elkika de Guardia Vieja. Se trata de una de las especialidades del lugar, anunciada en mayúsculas sobresaliendo entre completos suculentos y recetas de todos los tiempos (pasaban unos sánguches de pollo con mayonesa que bien valdrían acortar un par de meses de vida en las garras del colesterol). Se denomina Hamburguesa ELKIKA. Consta de una fricandela en que el material cárnico se ablanda, abunda y abarata en miga -como el pastel de carne alemán-, una porción muy interesante de cebolla cruda que seguramente ha pasado por un breve pero necesario proceso de blanqueo que la hace más dulce y a la digestión, más tolerable. Pepinillos de corte grande, nada de dill tímido, sino ácido. De bolsa barata, como sabemos bien (barato puede ser bueno). Coronando todo, mayonesa del local, pálida y de sabor oleoso. Un toque incomparable de identidad y una prueba a la ideología de la delgadez y el minimalismo. No tiene sentido poner todo lo anterior en un pan débil, de manera que sólo puede venir en frica.
El lugar -ciertamente una estación del Olimpo sanguchero santiaguino, merecería un blog en su honor- ofrece múltiples opciones. Cervezas artesanales (probamos Salzburg), schops (pedimos un Escudo fresco y vital), cerveza estándar, jugos, bebidas. La barra está al fondo, dado que Elkika (que no el Kika) privilegia las mesas. Atención profesional, cuenta en orden, propina más que merecida.
Completamente de acuerdo en lo del pan. «Habitué» de la fricandela Elkika, opté un dia por comerla en pan de molde. Craso error.
En cuanto a lo del pepinillo tengo mis dudas que sea el barato de bolsa, al ser más blando que estos. Pero definitivamente es pieza central de este sandwich.
Recomiendo pedirlo con tomate.
Se me hizo agua la boca leyendo este post. Como habitué de Elkika de Tobalaba, siempre pido la fricandela que, en tanto tiene ingredientes misteriosos, nunca defrauda al paladar. Sí a la digestión, a veces.
Pero no pido mayonesa.
Le hacemos al tomate y la palta. Algún día incursionaremos en todo lo que es cebolla.
Saludos.
La frica del Kika puede ser buena como triste.
El otro día investigué un Barros Luco de dicho local.
Frica triste, fría y latiguda.
Carne fría
Queso magistral.
Uno de tres es malo.
El otro comensal comió frica elKika y exultó.
Quizá el secreto estriba en saber qué pedir y dónde.
Frase certera: cada sitio es muy bueno en sólo UNA cosa.